La cubierta de un edificio es como su sombrero: lo protege de la lluvia, el viento y el sol, entre otros elementos. Cuando falla, lo hace notar… y de qué manera. Humedades, goteras, filtraciones, desprendimientos, moho y hasta problemas estructurales, pòr lo que es crítico mantenerla en buen estado.
En Proservi, te contamos los problemas más frecuentes que se presentan en las cubiertas de los edificios, ya sean planas o inclinadas, y las soluciones profesionales más eficaces para cada caso. Prevenir es ahorrar, y actuar a tiempo evita daños mayores.
Qué tipo de cubierta tiene el edificio
Antes de meternos de lleno con los problemas, conviene saber qué tipo de cubierta estamos tratando. No es lo mismo un tejado a dos aguas que una azotea visitable y cada una tiene sus particularidades.
Cubierta inclinada
La típica de tejados con tejas o pizarra. Suele tener una o varias pendientes para evacuar el agua. Común en viviendas unifamiliares, edificios antiguos o zonas lluviosas. Son más resistentes a lluvias fuertes, proporcionan una buena evacuación y pueden tener buhardillas o cámaras bajo cubierta.
Cubierta plana
Comúnmente conocida como azotea. También llamada cubierta transitable o no transitable. Muy común en edificios modernos y urbanos. Su principal reto es que el agua no corre, se estanca. Están más expuestas al sol y a la dilatación térmica, necesitan buena impermeabilización, y pueden tener pavimento, grava o impermeabilizante visto.
Problemas más frecuentes en las cubiertas de edificios
A continuación, te exponemos los inconvenientes habituales que suelen presentarse en la parte alta de un inmueble.
Filtraciones de agua
El agua de lluvia penetra por fisuras, juntas o puntos mal sellados. Se cuela poco a poco y llega hasta los techos de los pisos superiores.
Síntomas:
- Goteras en los días de lluvia.
- Humedades en techos o paredes.
- Moho o manchas oscuras.
Causas:
- Faldones mal solapados.
- Tejas desplazadas o rotas.
- Impermeabilización degradada.
Mala impermeabilización
El sistema impermeable de la cubierta (lámina, pintura o tela asfáltica) ha perdido eficacia. Puede estar rajado, desgastado o mal instalado.
Síntomas:
- Manchas de humedad incluso sin lluvias recientes.
- Agua acumulada durante días.
- Desprendimiento de pintura en techos.
Causas:
- Falta de mantenimiento.
- Materiales envejecidos.
- Mala ejecución en obras anteriores.
Grietas y fisuras en la superficie
La cubierta, especialmente si es plana, sufre con los cambios de temperatura. Dilata y contrae. Esto genera pequeñas fisuras que, con el tiempo, se agrandan.
Síntomas:
- Grietas visibles en solado o impermeabilizante.
- Entrada de agua por zonas concretas.
- Deterioro rápido del pavimento.
Causas:
- Movimiento estructural.
- Materiales inadecuados.
- Ausencia de juntas de dilatación.
Pendiente insuficiente o inexistente
En cubiertas planas mal diseñadas o mal ejecutadas, el agua no se evacua correctamente. Se crean charcos permanentes.
Síntomas:
- Acumulación de agua tras la lluvia.
- Deformaciones o hundimientos.
- Mayor riesgo de filtraciones.
Causas:
- Error de diseño.
- Pérdida de pendiente por movimientos o sobrecarga.
- Mal replanteo en obra.
Sumideros atascados o mal ubicados
La red de evacuación pluvial no funciona como debe. El agua no sale por donde debería, o lo hace demasiado lento.
Síntomas:
- Encharcamientos prolongados.
- Goteras localizadas en bajantes.
- Olor a humedad o aguas estancadas.
Causas:
- Hojas, tierra o suciedad acumulada.
- Bajantes obstruidas.
- Cazoletas mal selladas.
Problemas en petos, muretes y albardillas
Los elementos verticales que cierran la cubierta también sufren. Si no están bien impermeabilizados, se convierten en una vía directa para el agua.
Síntomas:
- Humedades en paredes colindantes.
- Filtraciones en esquinas.
- Desprendimiento de revestimientos.
Causas:
- Juntas abiertas.
- Albardillas agrietadas o sin pendiente.
- Ausencia de goterones.
Desprendimientos o rotura de tejas/piezas
En cubiertas inclinadas, una teja rota o desplazada puede desencadenar goteras importantes.
Síntomas:
- Tejas sueltas, caídas o rotas.
- Goteras tras tormentas o viento.
- Entrada de aves o insectos.
Causas:
- Viento fuerte.
- Mal encaje de las tejas.
- Deterioro natural por heladas o granizo.
Aislamiento térmico deficiente
La cubierta también debe proteger del frío y del calor. Si no tiene un buen aislamiento, el confort desaparece… y la factura energética se dispara.
Síntomas:
- Sensación de frío/calor excesivo en el último piso.
- Condensaciones interiores.
- Elevado consumo energético.
Causas:
- Ausencia de aislamiento térmico.
- Materiales con baja resistencia térmica.
- Puentes térmicos sin resolver.
Soluciones eficaces para cada problema
Ahora, te contamos, con lenguaje claro y sin tecnicismos innecesarios, qué se puede hacer para arreglar cada uno de estos problemas.
Impermeabilización profesional
Evita que el agua penetre en la cubierta. Es la base de cualquier intervención.
Tipos más comunes:
- Láminas asfálticas: resistentes y duraderas.
- Membranas líquidas: aplicadas con rodillo o brocha.
- Poliuretanos proyectados: sin juntas ni uniones.
En Proservi, te aconsejamos que evites las “chapuzas” con pintura barata. Si hay filtraciones, lo mejor es rehacer la impermeabilización completa.
Reparación o sustitución de tejas
Incluye:
- Recolocación de tejas sueltas.
- Sustitución de piezas rotas.
- Revisión del soporte inferior (rastreles, láminas, etc.).
Materiales compatibles:
- Teja cerámica.
- Teja de hormigón.
- Pizarra o teja mixta.
Instalación de nueva pendiente
Esta intervención es necesaria cuando la cubierta plana no evacua el agua correctamente.
Soluciones habituales:
- Formación de pendientes con mortero ligero.
- Pendiente invertida hacia sumideros lineales.
- Instalación de capas de compensación.
Limpieza y revisión de sumideros
Se recomienda la revisión cada 6 meses, sobre todo antes del invierno y tras el otoño
Tareas recomendadas:
- Limpieza de hojas, tierra y suciedad.
- Revisión de cazoletas y juntas.
- Comprobación de bajantes.
Refuerzo de petos y albardillas
Actuaciones eficaces:
- Sellado de juntas.
- Instalación de albardillas nuevas con goterón.
- Aplicación de membrana impermeabilizante vertical.
Instalación de aislamiento térmico
Opciones comunes:
- Paneles de poliestireno extruido (XPS).
- Lana mineral o vidrio.
- Sistemas tipo «sándwich» con impermeabilización encima.
Ventajas:
- Menor consumo energético.
- Más confort térmico en viviendas superiores.
- Evita condensaciones y moho.
Rehabilitación integral de la cubierta
Es conveniente:
- Si la cubierta tiene varios problemas al mismo tiempo.
- Si tiene más de 20-30 años sin mantenimiento serio.
- Si hay que adaptar el edificio al CTE (Código Técnico de la Edificación).
Fases habituales:
- Retirada de capas viejas.
- Formación de pendientes y aislamiento.
- Impermeabilización nueva.
- Protección final (pavimento, grava, etc.).
Mantenimiento preventivo: la clave del ahorro
No todo es esperar a que haya goteras. Una cubierta bien mantenida puede durar muchos más años.
Te facilitamos unas recomendaciones prácticas:
- Revisión visual cada 6 meses: Busca grietas, tejas rotas o charcos.
- Limpieza de sumideros y canaletas, sobre todo después del otoño.
- Control de vegetación y raíces en azoteas ajardinadas o con macetas.
- Pintura impermeabilizante cada ciertos años si la cubierta es transitable o con sistema visto.
Cuándo llamar a un profesional
A veces, parece que se puede arreglar todo con silicona o pintura… pero no. Hay casos en los que llamar a una empresa especializada es lo más sensato y económico a la larga.
Señales claras:
- Humedades persistentes pese a reparaciones.
- Filtraciones que aparecen en varios puntos.
- Cubierta con más de 15 años sin intervención.
- Daños visibles desde la calle (tejas, grietas, etc.).
Conclusiones
Una cubierta en mal estado es como una gotera en el bolsillo. Al principio, no molesta, pero con el tiempo te vacía. Prevenir, revisar y actuar a tiempo es la mejor forma de proteger tu edificio y evitar gastos mayores. Ya sea una azotea o un tejado clásico, los problemas se repiten… pero también tienen solución. Y si se hace bien, duran décadas. Si tienes dudas sobre el estado de tu cubierta o has detectado humedades o filtraciones, no lo dejes pasar. ¡Cuanto antes se actúe, mejor!
Proservi es la mejor empresa de impermeabilizaciones en Jerez y Cádiz. Somos especialistas en cubiertas y, además, pintores de fachadas y rehabilitadores de edificios. También reformamos inmuebles comerciales y contamos con un servicio profesional para administradores de fincas. Sea cual sea el problema o necesidad de tu cubierta, podemos ayudarte. ¡Te esperamos!